Creo, Señor,
pero que mi fe sea más firme;
espero, Señor,
pero que mi esperanza sea más confiada;
amo, Señor,
pero que mi amor sea más ardiente;
me arrepiento, Señor,
pero que mi dolor sea más intenso.
Te adoro como mi origen,
te deseo como mi fin,
te alabo como mi bienhechor,
te invoco como mi defensor.
Que tu sabiduría me dirija,
Tu santidad me modere,
Tu clemencia me consuele,
Tu poder me proteja.
Quiero lo que tu quieres, l
o quiero porque Tú lo quieres,
lo quiero como Tú lo quieres,
lo quiero mientras Tú lo quieras.
Te ruego que ilumines mi entendimiento, inflames mi voluntad,
purifiques mi corazón, santifiques mi alma.
Hazme prudente en los proyectos,
constante en las pruebas,
paciente en la adversidad,
humilde en la prosperidad.
Que yo aprenda de Ti
qué endeble es lo terreno,
qué grande lo Divino,
qué breve lo transitorio,
qué perdurable lo Eterno.
Clemente XI
ORAR LA VIDA
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